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El avance de la tecnología siempre genera dos tipos de comentarios en el público: por un lado están las palabras llenas de admiración por el progreso, pero por otro encontramos las visiones críticas sobre los efectos secundarios tales como la dependencia o la contaminación, siendo el segundo más frecuente por lo consciente que está la población de la actualidad sobre este tema. Por esa razón es que la tecnología que contribuye al cuidado de nuestro planeta recibe tantos aplausos, y ahora no encontramos frente a uno de esos casos.
Resulta que en la Ciudad de México ya existe el primer edificio de toda Latinoamérica cuya fachada es amigable con el medio ambiente, ya que cuenta con una tecnología capaz de reducir los índices de contaminación locales. Recordemos que México es uno de los países con mayores emisiones nocivas alrededor del mundo. El edificio que goza de esa virtud ecológica es el La Torre de Especialidades del Hospital General Manuel Gea González.
La fachada del edificio a primera vista parece una ingeniosa decoración sin ningún otro propósito a parte del estético posmoderno. Sin embargo, estos 500 metros de decorados son en realidad paneles que se “comen” el esmog gracias a que son capaces de realizar un proceso similar a la fotosíntesis de los árboles, lo que trae como consecuencia que purifiquen el aire para convertirlo en oxigeno.
Detallando un poco el funcionamiento, los paneles del edificio que parecen corales marinos están bañados en dióxido de titanio que, en reacción química con los rayos ultravioleta, alteran el esmog dejando solo oxígeno y agua. Aunque esto suena demasiado innovador, por lo pronto su intervención solo afecta un porcentaje muy reducido de las emisiones contaminantes, por lo que se requiere que el gobierno y las empresas inviertan más en este tipo de fachadas para un mayor cambio ecológico.
“Es como si se tuviera un pequeño bosque cerca del hospital”, señaló Mucio Mario Portillo, director general del centro de salud. Se calcula que la fachada purifica el aire contaminado por alrededor de mil autos diarios, cosa que suena admirable, pero aún insuficiente para conseguir resultados notables a favor del medio ambiente, en especial si consideramos que la Organización Mundial de la Salud tiene al país en una lista preocupante por su alto nivel de polución.
Cabe resaltar que México es el primer país en el continente que invierte en este avance tecnológico, y también uno de los primeros en el planeta, pero el sistema no es de origen local, sino de la compañía alemana Elegant Embellishments, encargada del aprovechamiento de materiales inteligentes y activos para el desarrollo de la arquitectura moderna, subvencionado por la Unión Europea.