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Desde hace varias décadas está vigente la idea de que los avances tecnológicos no solo le harán la vida más fácil al hombre, sino que también le volverán prescindible para muchas actividades, obligándolo a reinventarse. En aquel entonces esa “profecía” parecía una absurda exageración, pero ahora en pleno siglo XXI sabemos que es perfectamente posible, que ya ha pasado varias veces y que seguirá pasando sin límite aparente.
Ahora le toca al servicio postal. Swiss Post, el servicio de correos suizo, pondrá a prueba robots carteros a partir del mes de septiembre de este año. La idea por ahora no es dejar sin empleo a los repartidores tradicionales, sino complementarlos tecnológicamente en rutas donde no suelen acceder. “En el futuro, los robots repartidores podrían complementar las actuales soluciones logísticas de entrega y completar la última milla que actualmente no es cubierta por los repartidores de correspondencia”, explicó la compañía en su más reciente comunicado.
Estos robots consistirán en pequeños vehículos autónomos que se desplazarán sobre seis ruedas. Empezarán su trabajo en la ciudad de Berna, específicamente en el distrito de Konis; también en Biberist en el cantón de Soleura. Sus primera labores serán entregar encomiendas, alimentos y productos médicos a domicilio durante los siguientes tres años, tiempo que durará la evaluación.
Como se especificó al principio, los robots serán autónomos, es decir, estarán preparados para llegar al destino deseado y evadir los obstáculos y peligros que puedan presentarse. No obstante, esas capacidades estarán limitadas en una ruta de seis kilómetros y soportando un peso máximo de diez kilos, más o menos a la velocidad de un ser humano en paso ligero.
Para ir con éxito a su destino y no sufrir problemas en el camino, los robots carteros estarán equipados con un sistema de navegación para determinar posiciones y un identificador del entorno que se vale de cámaras. La combinación de ambos permitirán la autonomía del vehículo. Sin embargo, para rutas difíciles o que el sistema no pueda reconocer del todo bien, un operador a control remoto se encargará de resolver la situación para no fallar con el servicio de entrega.
Lo mejor es que tras cada recorrido los sistemas del robot irán aprendiendo y mejorando la autonomía, haciendo que la intervención de un asistente remoto sea cada vez menos necesario. Cabe mencionar que durante las primeras pruebas habrá encargados de hacer un seguimiento para obtener información de primera mano sobre la eficacia del producto, todo con el fin de un exitoso futuro comercial.