Conoce la cama resistente a los terremotos.

La filósofa rusa Ayn Rand dijo que para dominar la naturaleza hay que desobedecerla. Eso es precisamente lo que el ser humano se dispuso a hacer desde que empezó a andar en dos pies. Con resultados en su mayoría satisfactorios es que el hombre actual le ha ganado varios combates a la biología, como lo era la alta mortandad infantil y varias enfermedades consideradas terribles en el pasado. Sin embargo, en lo que se refiere a la furia natural estamos frente a un monstruo que siempre nos aplaca, que siempre nos recuerda lo pequeños que somos y el largo camino que queda por recorrer.

No obstante, el desarrollo tecnológico del hombre le ha permitido lidiar con las catástrofes naturales, minimizar sus consecuencias y mejorar las oportunidades de evacuación. Eso es lo que vemos  muy a menudo en los países que tienen la tendencia a sufrir movimiento telúricos, en donde la tecnología ha logrado la existencia de sistemas para “predecir” movimientos a falta de pocos segundos, que aunque parezca ínfimo, en realidad es valioso cuando se trata de huir y salvar vidas. También hay que mencionar la existencia de edificios antisísmicos que por medio de resortes especiales en su arquitectura son flexibles ante el estremecer de la tierra.

Más o menos bajo esa misma lógica se ha diseñado otro invento para hacer frente a los sismos. Se trata de una cama resistente que protege a las personas de uno de sus más grandes miedos: ser sorprendido por un terremoto en medio de la noche, o lo que es peor, no darse cuenta del mismo y ser aplastados por los escombros. En vez de solo asustarse, el jubilado chino Wang Wenxi con ya 66 años encima creó una cama “antiterremotos”. Al igual que el edificio, se trata de un invento que no enfrenta el movimiento, sino que se adapta a él y protege a quien duerme.

Funciona como una especie de bunker que se “traga” a la persona con todo y colchón ni bien es detectado un estremecimiento mayor a 8 en la escala de Richter, manteniéndola protegida aun cuando afuera todo esté desmoronándose. El recinto cuenta con espacio para colocar agua y algunos otros víveres o suministros necesarios para que el individuo se mantenga a salvo mientras llega el rescate. Y claro, se espera que quien la use no sea claustrofóbico, porque el espacio es muy reducido y lo mejor sería que tenga el sueño tan profundo para que no despierte hasta que la ayuda venga, o al menos hasta que el terremoto cese.

Wang trabajó en la idea desde el 2010, año donde patentó el proyecto, y si bien ahora está en una fase donde ya podría ser comercializado, aún no se concreta su ingreso al mercado porque hacen falta solucionar otros detalles también importantes como lo son la ventilación y la necesidad de ir al baño. Recordemos que un terremoto puede llegar a ser tan agresivo que la víctima podría verse obligada a permanecer encerrada en el pequeño bunker varias horas o días. De cualquier forma, hay que estar agradecido con el ingenioso señor Wang Wenxi por su aporte a la protección de las personas ante los desastres naturales, producto que esperamos poder obtener pronto.

[youtube id=”-UV5I2zyMqA”]