Plataformas para financiar tu startup.

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Un startup o emprendimiento es algo que llena de entusiasmo y ocupa todos los pensamientos de quien desea ejecutarlo. Sin embargo, uno no tarda mucho tiempo en darse cuenta que la voluntad y el esfuerzo no son suficientes, sino que también hace falta dinero. Y dicho factor económico, lejos de ser un impedimento, es un impulso para que busquemos financiamientos que afortunadamente podemos encontrar por internet. Por eso te dejamos cinco plataformas que pueden ayudarte gracias al crowdfunding o micromecenazgo.

1- KickStarter:

Fue creado en USA y su existencia significó la propagación masiva del micromecenazgo para emprendedores y demás interesados en lanzar proyectos.
El requisito para participar, a parte de tener una idea en mente, es contar con una página web que presente el proyecto a profundidad y con un vídeo descriptivo, además de la compensación que darás a quienes den dinero para que tu obra se haga realidad. Dependiendo de cuánto desees recibir por persona, puedes ofrecer una mención honorífica como también la participación directa o directa del pequeño mecenas.

Foto: americaeconomia.com
Foto: americaeconomia.com

La plataforma es mundialmente visitada y no hay proyecto bien concebido que sea dejado de lado. No obstante, su limitación es que solo pueden registrar conceptos habitantes de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Países Bajos, por lo que necesitarás al menos un socio que resida en alguno de los países mencionados. Cabe resaltar que hay un plazo para recaudar la meta planteada por el gestor del proyecto.

2- Vorticex:

A diferencia de KickStarter que acepta proyectos de cualquier tipo, Vorticex está centrado en startups y demás ideas que tengan relación con la ciencia, ya sea en proyectos netamente científicos o  investigaciones. Está abierto a todo estudiante, científico, emprendedor académico o empresa innovadora que se sienta capaz de aportar al avance de la ciencia.  Aquí hay contacto directo con la gente detrás de Vorticex, que antes de lanzar el proyecto para la financiación pública, asesorará pertinentemente a los emprendedores para que la idea quede impecable.

Foto: fundacionquorum.es
Foto: fundacionquorum.es

3- La Tahona Cultural:

Españoles interesados en el apoyo de emprendimientos de índole cultural y, desde luego, artístico. Los postulantes a menudo presentan ideas relacionadas con las artes escénicas,  el diseño, la música, artes plásticas, audiovisuales. etc. Sigue una dinámica muy similar a KickStarter, la pionera del crowdfunding, en donde los internautas de varias regiones del mundo pueden hacer donaciones dependiendo de lo que los emprendedores ofrezcan a cambio como recompensa.

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4. SeedQuick:

Crowdfunding española para el financiamiento de startups empresariales, culturales, de investigación y tecnológicos. Aquí el sistema de recompensas para los inversores es un más exigente, pues se busca que estos obtengan rentabilidad económica con su apoyo. Una vez registrado, la plataforma planteará una serie de preguntas cuyas respuestas revelarán el plan de negocio, el cual deberá ser evaluado y aprobado por el sistema. Y antes de que el concepto esté exhibido para posibles micromecenas, primero será revisado por estos para dar opiniones y recomendaciones.

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5- Arboribus:

Aquí el concepto de micromecenazgo es menos trivial y se acerca más a lo que vendría a ser un verdadero mecenazgo. Mientras que en otras plataformas hay varios internautas que ponen un granito de arena valorizado en 5 o 10 dólares cada uno, aquí los inversores suelen ser muchísimo más generosos ya que la idea es levantar proyectos solventes y que sea capaces de generar puestos de trabajo. Los mecenas de esta plataforma tienen más autoridad que en las páginas anteriormente mencionadas, puesto que ellos mismos fijan las condiciones con las que están dispuestos a invertir.

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Ya lo sabes, en estos tiempos no hay excusa para abandonar el sueño de emprender, lo que se necesita es visión y paciencia para encontrar gente dispuesta a confiar en el proyecto. Asimismo, se requiere resiliencia para no perder el ánimo y probar cada plataforma existente.